Redacción. Madrid
Entre el 30 y el 40 por ciento de los pacientes con enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, se benefician de las denominadas terapias biológicas, que representan la línea de investigación más prometedora en este campo. Así lo ha señalado el profesor Ronald van Vollenhoven, jefe de la Unidad de Investigación en Terapia Clínica en Enfermedades Inflamatorias (ClinTRID) del Instituto Karolinska y Premio de la Fundación Escandinava de Investigación.
Ronald van Vollenhoven.
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Este experto ha participado en el simposio 'En Artritis Reumatoide, visión 360', organizado por los laboratorios Abbott en Madrid. A este encuentro han asistido más de 200 especialistas nacionales e internacionales en este tipo de patologías.
Según ha explicado a Europa Press, las terapias biológicas, fármacos basados en la tecnología del ADN recombinante con efectos precisos y pocos efectos secundarios, “han devuelto casi por completo la salud a muchos de estos pacientes”. Sin embargo, admite el profesor Van Vollenhoven, “los efectos no han sido tan impactantes en otros afectados y en unos pocos los biológicos no funcionan bien”.
Dice que, en los últimos años, el diagnóstico de estas enfermedades “ha mejorado” y que los científicos “han aprendido mucho sobre su desarrollo ('patología') y un poco sobre las causas ('etiología') de su aparición”. Asimismo, se ha visto que, en la aparición de las enfermedades inflamatorias, “los factores genéticos y ciertas exposiciones juegan un papel importante”.
Por ejemplo, han visto que la característica principal de estas enfermedades --que van desde la espondilitis anquilosante hasta la psoriasis, la colitis ulcerosa o el lupus-- es que son generadas por una inflamación no causada por bacterias o virus, sino que parecen venir 'de dentro', ser un tipo de inflamación autoinmune.
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